La macdonalización
del periodismo
Después de una campaña periodística
sobre la carne de caballo, chorizos y albóndigas, nada mejor que una otra sobre
la carne de vacuno, bocadillos y hamburguesas. Bien larga y bastante polémica
la primera; apacible y casi apologética la segunda. Imprescindible, la
presencia en los dos campos de batalla del buque insignia de la prensa, el periódico
global en español, El País. Tanto para cerrarlas como para abrirlas. En el primer
caso, la paz había sido firmada en un editorial (Más que un fraude, el 28 de febrero), donde se puede leer: “La
carne de caballo no es en sí misma el problema. Si está sanitariamente bien
controlada [y correctamente etiquetada], es tan apta y buena para el consumo
como puede serlo la de vacuno o la de ovino.” En la segunda “batalla”, las
palabras sobran: una hamburguesa de ‘alta costura’, fotogénica y más que
apetitosa, cubre toda la portada de El País
Semanal (Domingo, 5 de mayo), con una leyenda gravada como en una peana de
granito: Hamburguesa, la evolución de las
especies. Dominó el mundo, cayó en desgracia y la crisis la devuelve a la
actualidad. Inscripción que viene explicada y argumentada en las diez
páginas del interior (31- 41), en un reportaje, donde abunda la estadística. McDonald’s empieza la conquista del
mundo en 1955, desde Illinois, donde ha fundado la Universidad de la Hamburguesa y tiene, en 2013, nada más que 35.000
restaurantes en 120 países. Unas 25.000 millones de personas pisan anualmente
un Mcdonald’s, entre ellas, 7.000
millones son europeas, las españolas
llegando a 230 millones, con una venta de 1.000 millones en los 446
restaurantes, en el año 2012. Abundan también las nuevas nociones: comida rápida, comida basura, almuerzo todo
terreno, el mundo fast-food, restaurante clónico, sulfitos, colorantes,
conservantes, obesidad, hipertensión, diabetes. Todo “un símbolo de los
desmanes del capitalismo salvaje – leemos en el reportaje - , cuya ofensiva
hacia el Este se iniciaría con la caída del Muro, 1989.” Y a continuación un
elogio más: “...la industria de la comida rápida [se sitúa] al nivel del
negocio del tráfico de armas.”
Y una cifra más, la última: “McDonald’s
invierte 2.000 millones de euros al año en publicidad.” De ahí, para
entendernos, la macdonalización del periodismo.
R. Reservados todos los derechos
R. Reservados todos los derechos
Nota: He hecho
llegar este texto a la revista El País Semanal, el 6 de mayo de
2013, con dos líneas:
Distinguidos
señores,
Sé que un transatlántico pasa sin mirar los barquitos (palabras de Rafael Conte). Aún así, tal vez les interesaría una opinión de un ciudadano a pie. Caso de publicar esta carta (lo dudo), no quiero que aperezca mi nombre.
Sé que un transatlántico pasa sin mirar los barquitos (palabras de Rafael Conte). Aún así, tal vez les interesaría una opinión de un ciudadano a pie. Caso de publicar esta carta (lo dudo), no quiero que aperezca mi nombre.
No hace falta anadir que el silencio ha sido
monumetal. Un monumento a la vista.
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